Respecto a la información aparecida en estos días, sobre la Corporación Editora Nacional, y en relación a un informe de auditoría realizado por la Contraloría al Ministerio de Educación, creemos oportuno informar lo siguiente:
La CEN, institución sin fin de lucro, de carácter estrictamente académico, tiene como objetivo la difusión de estudios sobre el Ecuador, en el área de las ciencias sociales, a través de la publicación de libros que tengan precios los más bajos posibles para una mayor accesibilidad de los lectores. Sus libros están destinados fundamentalmente a estudiantes de colegio y universitarios, ya sea como ayuda complementaria para su formación o como textos para el aprendizaje. Efectivamente, desde hace unos cinco años la Corporación ha dado preponderancia a la elaboración y publicación de manuales para el bachillerato, algunos ya publicados y otros en proceso de publicación o elaboración. De igual manera, actualmente se encuentran en preparación manuales dedicados a los alumnos del ciclo básico.
La Corporación, desde 1981, mantiene un convenio de ayuda y cooperación con el Ministerio de Educación, por el que recibe un apoyo económico “para el cumplimientos de sus actividades”. Los montos convenidos y de las transferencias efectivas han variado según los gobiernos y disponibilidades fiscales. Entre los compromisos de la Corporación, a más de destinar estos fondos para su trabajo editorial, se obliga a entregar 30 ejemplares al ME de los títulos que publica.
Los auditores de la Contraloría han interpretado el convenio como si se tratara de un contrato de compraventa de libros y por eso dividen el monto de la aportación para el número de ejemplares entregados. La Corporación, obviamente, ni produce libros para el Ministerio de Educación a cambio del aporte que recibe, ni se los vende; los produce para los lectores que se interesan en estudios sobre el Ecuador.
Desde su inicio la Corporación tuvo en cuenta que la actividad de publicar libros especializados, y a precios bajos, ni es rentable ni permite el autofinanciamiento total, ya que se trata de una demanda limitada y de un ritmo de venta muy lento. Tampoco es posible autofinanciar la preparación de proyectos editoriales de largo aliento, pues la única manera de amortizar ese gasto sería, en teoría, mediante la fijación de altos precios de los libros. *
Por eso, desde su fundación, la Corporación ha buscado y obtenido el apoyo de múltiples instituciones, nacionales y extranjeras. En este empeño la CEN ha contado con el apoyo o compartido esfuerzos con más de 90 instituciones, de dentro y fuera del país, lo que ha hecho posible publicar casi 500 títulos, en varios cientos de miles de ejemplares que han llegado a los lectores del Ecuador. Uno de los apoyos recibidos ha sido el del Ministerio de Educación.
Sin esta forma de gestión no habrían sido posible colecciones como Nueva Historia del Ecuador, Historia de las Literaturas del Ecuador, Biblioteca Ecuatoriana de Arqueología, Estudios de Geografía, Serie Los peligros volcánicos en el Ecuador, Biblioteca Básica del Pensamiento Ecuatoriano, y otras series que integran nuestro fondo editorial. Por lo demás, la Corporación abona siempre derechos de autor a quien corresponde y los autores no aportan para el financiamiento de sus libros.
En el Ecuador, como en muchos países, el Estado apoya actividades educativas y culturales que no se pueden autofinanciar ni las ejecuta el mismo Estado, pero que son fundamentales para el desarrollo cultural de una sociedad. Ésta es en esencia la razón del convenio con el ME y del apoyo que se ha recibido, de naturaleza muy distinta al de un contrato de compraventa, como lo ha interpretado la Contraloría, y que ha motivado una suerte de escándalo.
La Contraloría nunca puso en conocimiento de la Corporación las aseveraciones que constan en su informe.
Guillermo Bustos, Presidente de la CEN
Luis Mora, Director Ejecutivo.
* Sobre la producción de libros en el Ecuador, son ilustrativas las siguientes opiniones:
El negocio de los libros en el país crece solo a cuentagotas
“Es política de cada empresa que se dé espacio para publicaciones locales. Aunque, por lo menos en Ecuador, sea sabido que en las ediciones nacionales –dice Rosas- ‘se recupera la inversión muy lentamente’. Según Osvaldo Obregón, gerente de la filial de Editorial Planeta en Ecuador, ‘si sólo vendiéramos los libros producidos localmente, ya hubiéramos cerrado hace mucho tiempo’
“El Comercio”, 16 de abril 2006, página 34
(Fernando Rosas, director de mercadeo de Santillana)
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